EL ENUNCIADO DEL PROBLEMA: Es el punto más importante en la redacción del planteamiento.
Ya que en forma declarativa o interrogativa comunica lo que será investigado y delimita o especifica el problema.
LA JUSTIFICACIÓN DEL PROBLEMA: Al presentar el problema, deben justificarse también las afirmaciones y opiniones en que se basa. Expresiones personales y subjetivas no caben en una formulación técnica, a no ser que vengan respaldadas por evidencias, o por opiniones muy selectas de quienes han demostrado públicamente su autoridad científica en el campo.
LOS OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN: Aparecen muchas veces expresadas en el mismo enunciado o como un complemento del mismo.
Tampoco deben confundirse los objetivos de la investigación, con las metas que establecen los planificadores y administradores de la acción educativa.
REVISIÓN TEÓRICA: La elaboración personal, la asimilación y síntesis del material leído y luego expresando con estilo propio es lo que enriquece y realiza la creatividad de su autor.
REVISIÓN DE INVESTIGACIONES: No debe llevarse al papel todas las investigaciones realizadas, como tampoco se exhige secuencia cronológica de los datos. Algunos estudiantes tienen la idea de que el marco teórico y la revisión constituyen una especie de relato histórico de todo lo que se ha dicho y hecho al respecto.
DEFINICIÓN DE TÉRMINOS: Si el estudio plantea hipótesis, se requerirá entonces una definición especial, diferente a la que se acostumbra a dar en situaciones informales o en escritos profesionales poco rigurosos.
FORMULACIÓN DEL PROBLEMA: Exige una representación por escrito en el proyecto inicial y en el informe final. A pesar de que el estilo y el contenido varían de un autor a otro, puede notarse, un patrón bastante común que se caracteriza por la sobriedad del lenguaje y la objetividad de las afirmaciones.
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